El saco vitelino (también llamado seno endodérmico) es un anexo membranoso adosado al embrión que provee a este de nutrientes y oxígeno, a la vez que elimina desechos metabólicos. Esto ocurre en peces, reptiles, aves y mamíferos primitivos. En el embrión humano funciona como sistema circulatorio en las primeras etapas de desarrollo, antes de que comience la circulación interna.
El saco vitelino está cubierto por una delgada capa mucosa y una pared más interna rica en vasos sanguíneos que serán aportados al comunicado embrionario. Luego de la gastrulación, el saco vitelino queda suspendido y sostenido del cuerpo embrionario, con lo que da forma al conducto vitelino.
Mediante el desarrollo fetal, y principalmente a partir de la 9.ª y 10.ª semana de desarrollo, el saco vitelino comienza a degenerar de manera natural por diversas causas, como su compresión debido al aumento del espacio ocupado por el amnios. Durante el periodo temprano del desarrollo embrionario, el saco vitelino es la estructura de mayor dimensión, con una forma ovalada, pero que con el desarrollo, adquiere una apariencia periforme.
No se conoce cuánto tiempo permanece activo el saco vitelino.